miércoles, 26 de noviembre de 2014

ELEGÍA

Elegía, según el Diccionario de la Real Academia Española: Composición lírica en que se lamenta la muerte de una persona o cualquier otro acontecimiento infortunado.
Según Philip Roth, tarde o temprano llegará el momento de devolver lo que nos han prestado.
Hay libros que tienen que tener alguna señal de advertencia, como las columnas de alta tensión, los prospectos de los medicamentos, las entradas a centrales nucleares... Pero nada, que no hay manera y eso que ya estábamos advertidos.
Efectivamente, ELEGÍA es dura, muy dura; fuerte, muy fuerte. Y cruelmente real, muy real. Enfrentarse en tan pocas páginas  a las grandes preguntas de la existencia y la esencia humana te tiene que pillar avisado. Pero será por eso, por no tener aviso previo lo que hace de esta novela una apasionante y reveladora vía hacia el interior de cada uno.
Está claro que con los argumentos esenciales (vida, vejez, soledad, enfermedad y muerte) nuestro Club de Lectura ha conseguido unas animadas reuniones y hemos expuesto tal variedad de puntos de vista como personas lo componemos. Muy interesante y sobre todo, sobre todo, muy personal.
Indicar que no ha todo el mundo ha "afectado" de la misma manera esta novela. Gracias a Dios!, bueno según esta novela, sin las gracias.
Dejo la ficha de lectura que salió al día siguiente de la última reunión.
Una novela para leer con temple y de la que deberán abstenerse hipocondriacos y pesimistas.


TITULO DEL LIBRO: ELEGÍA
                

AUTOR: PHILIP ROTH (Newark, Nueva Jersey, U.S.A., 1933)


ARGUMENTO: Tras la muerte del personaje (que curiosamente no se nos dice su nombre) éste nos narra su vida, amparándose en el inminente encuentro con su fin. Se nos presenta una vida llena de citas fugaces con la muerte desde la niñez, una reflexión de las acciones  buenas y malas que ha realizado, sus fracasos matrimoniales, sus éxitos laborales, la relación con sus seres queridos, la soledad y la enfermedad. Toda su vida pasa en un instante; instante suficiente para  meditar y valorar  todos sus actos. Sus grandes errores y algunos aciertos, su postura hacia el fin de sus días, los miedos y temores al momento de devolver aquello que se nos ha prestado y que no nos pertenece, siendo todo, nada. Vida, soledad, enfermedad, vejez y muerte. ¡Qué gran argumento!


VALORACIÓN: Esta novela corta, apenas 140 páginas, es como una bomba de relojería, con ese tic tac que se te mete en la cabeza y no te deja hasta que explota. Pero ese es el problema, que mejor que no explote, porque si lo hace es que estás muerto y eso no se sabe si en bueno o malo, ¿a que no? Dura, muy dura, pero real como la vida misma, mejor dicho como la muerte misma, ya que si hay algo real, más que la vida, es la muerte. Reflexión a raudales y palpitaciones continuas en esta travesía hacia la nada. Un coctel altamente peligros la mezcla de muerte, soledad y vejez, todo ello aderezado con una chispa de vida. Pues en autor hace de esto una obra sorprendente, dura, íntima y al mismo tiempo universal, dado que todos podemos ser su personaje. Se le califica como RESERVA.

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