lunes, 17 de diciembre de 2018

EL RINCÓN DE PILAR

Muchas gracias por todo. ¿Qué puede decir? que esta poesía me emociona más de lo esperado, así que aquí va y me quito el sombrero.



 REINOSA
Después de tanto tiempo

queriendo conocer Reinosa,

hoy, 24 de Noviembre

por fin ha llegado la hora.

Han sido para Ramón unos días

de muchos nervios y trabajo

organizando estancia y comida

para todos sus invitados.

Llegamos según lo previsto

nos recibió un sirimiri callado

la directora de la biblioteca

nos la enseñó con mucho agrado.

El Ebro es chiquitito cuando baña

los arcos del puente romano

pero en Fontibre, allí donde nace

se expande como un gran manto.

Sus aguas aparecen teñidas

de colores insospechados,

la perseverante Pilarica custodia

y protege el entorno arbolado.



Comemos en Nestares con lectores

de los clubs de lectura hermanados,

10 riojanos y 10 cántabros

nos sentamos alternados.

El compañero de Ramón

jamás da con el libro adecuado,

y un caballero palentino

con Carlos estaba charlando.

Conocemos a una portuguesa

que devora un libro diario

riñó con Morfeo y de noche

la literatura es su santuario.

Visitamos una “Casa Museo”

que hay en un pueblecito cercano,

había un carro de grandes ruedas

que había olvidado el caballo.



      

       Repleto de herramienta estaba:

horcas, carretillas, machetes,

calibres, leznas, tenazas,

brochas, llaves grifa y cinceles,

tijeras, paletas, gubias, mazas

escoplos arados, sopletes,

barrenas, hoces, picos y palas,

yunques de acero y pinceles.

Y zoquetas, cepillos, hachas,

tajaderas, alicates, niveles,

guillames, formones, llanas,

martillos, ganzúas y tridentes,

abrazaderas, sierras, escuadras

polipasto, llave inglesa y granetes,

prensas, rastrillos, navajas

berbiquíes, brocas y sopletes.



Vemos los restos del cañón

que el enemigo olvidó en su huída

cuando los cántabros los echaron

de la tierra que les pertenecía.

Conocemos los lugares que Pereda

recorrió en Peñas Arriba,

visitamos el Castillo de Argüeso

donde un aire de mil diablos corría.

Desde la ermita de las Nieves

disfrutamos de  inmejorables vistas

y la bella Fuente de la Aurora

del hotel estaba cerquita



Subimos a nuestras habitaciones,

tenían buhardilla tres de ellas,

Irene encuentra su cama

al final de una escalera,

Merche y Mari Carmen tienen

sus lechos en firme tierra

en el cuarto de Pilar y Mila

celebramos una asamblea.



Con la lista de quehaceres

a realizar durante el año,

con generosidad y benevolencia

nos repartimos los trabajos:

Irene labrará la tierra

con la mula y el arado,

cuando acabe, cortará la leña

y almacenará el grano,

después recogerá los frutos

y dará forraje al ganado,

no hay nada que no consigan

la mucha voluntad y los pocos años.

Y como llegados a este punto

todos estábamos cansados,

decretamos por general consenso

que Ramón matara al marrano.

A Encarni no le gusta el hueco

que amenaza bajo el tejado

Alicia la consuela prometiendo

dormir cogidita de su mano.

Esperaba encontrar insonorizada

la habitación mía y de Carlos

pero descubro que no es cierto

y que hay un problema en el baño.

El rollo de papel albino,

de reojo me mira de soslayo,

parece burlarse porque no lo tengo

al alcance de mi mano.



Que ricas palmeras comimos,

que exquisitos los mantecados,

que guarrada de bocadillos

escurriéndonos por las manos

Las calles están vacías

cafés y bares cerrados

la persistente lluvia que no cesa

nos manda a la cama temprano.





Espléndido amaneció el domingo,

espléndidamente desayunamos,

espléndido el enorme oso

con mil colores adornado

y las casas con sus escudos

y balcones acristalados

y el parque donde se prometen

amor eterno los enamorados.



Cañeda es un pueblecito pequeño

la escuela ya vacía se quedó

junto a ella se alza la casa

de quien de maestra ejerció.

Allí conocimos a Rafael y Marina

padres de nuestro director,

de ellos ha heredado el talante

la entrega constante y el buen humor.

Allí vemos el rio de Sebastián

y la tapia tras la que Ramón

a la chica más guapa del pueblo

sus desvergüenzas mostró.

En el club social del pueblo

nos preparan la comida,

calamares fritos en abundancia

y suculentas patatas con costilla.

Se unen a la sobremesa

Rafael y la entrañable Marina

y la hija que les echa una mano

en el devenir del día a día

Nos regalan con su presencia

momentos de paz y armonía

y corriéndonos por las entrañas

un gusanillo de sana envidia.



Gracias Ramón, por compartir

con nosotros tu adorable familia,

los recuerdos de tu deliciosa infancia

y los tesoros de tu patria chica.



PILAR  25 NOVIEMBRE 2018

viernes, 14 de diciembre de 2018

EL CHISTE DEL MES

Que se termina el año. Que viene otro. Nadie como Quino para reflejar el sentir de muchos. Pero que nos quiten lo bailao y a por 2019.
Una sonrisa, porfa.


jueves, 13 de diciembre de 2018

Y VISITAMOS REINOSA

El 24 y 25 de noviembre pasado ampliamos amistades. Ya tenemos amigos lectores en Nájera, Guadalajara, Autol, Burgos, y ahora en Reinosa.
Mi demora en hacer esta entrada ha estribado en la dificultad del comienzo, uno no sabe como empezar, y en el "pequeño" interés que me invade por agrupar todo y a todos.
Pero al final, es cuestión de agradecer a los tres Clubes de Reinosa su fraternal acogida, centrando mi gratitud en la persona de María Elena, en nombre y representación de todos.
Bueno, una mención para Luisa, que para eso es de mi pueblo.
Creo que fue maravilloso. Y es el sentir general de todos los miembros de nuestro Club.

El primer día, el sábado 24, hicimos la ruta de PEÑAS ARRIBA, obra de José María Pereda, centrada en parte en las tierras campurrianas. Después del recibimiento en la Biblioteca Municipal (la Casona) y comenzando por el puente del Ebro, nos fuimos al Castillo de Argüeso, arriesgamos nuestra salud en La Frontal (qué viento), paseamos por el nacimiento del Ebro, comimos en Nestares y por último, nos fuimos a Proaño, al museo.  Y aguantó, por los pelos pero aguantó, y nos dejó hacer, y por la noche llovió. Cenita y a la cama.

El domingo fuimos por libre. Salió el sol, un día espléndido. Disfrutamos del Ebro en toda su magnitud, recorrimos la ciudad con deleite y despacio. Comida en mi pueblo y para casita que se hace tarde.

Ahora van las fotos, que son solo eso, unos retratos de unos días felices. Los menos fotogénicos que no se apuren, no pasa nada.




















lunes, 10 de diciembre de 2018

LA POESÍA DEL MES

Hay poetas que vienen al mundo a cambiarlo todo, y por intentarlo que no quede. Este es el caso del chileno Nicanor Parra, un auténtico maestro del lenguaje, del que desde esta entrada quiero hacer fervorosa apología.
No tengáis miedo y subir esperanzados a su montaña rusa.





La montaña rusa

Durante medio siglo la poesía fue
el paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
echando sangre por boca y narices.

viernes, 30 de noviembre de 2018

EL CHISTE DEL MES

No estaba el mes para chiste, pero mi compromiso con esta entrada mensual estaba llamado a la puerta. Así que a pesar de todo, aquí esta esta forma "pintoresca" de medir la temperatura, que nos viene que ni pintado por el viajecito que hemos realizado este mes.

ESCALA DE FRÍO SEGÚN LOS DE REINOSA


+24° C – En Sevilla se ponen una mantita para dormir.
+19° C – Los canarios encienden la calefacción central y acaparan víveres por si se quedan aislados.
+10° C – Alerta roja por ola de frío Siberiano en Murcia, se cancelan clases y cierran carreteras.
+6° C – Los coches italianos no arrancan.
0° C – El agua se congela.
-1° C – Haces como que fumas con tu aliento. Los de Reinosa están en cupido tomando helados y bebiendo cerveza.
-4° C – El gato se mete en tu cama.
-8° C – Los coches franceses no arrancan.
-12° C – Los de Reinosa se abrochan todos los botones de la camisa.
-15° C – Los coches alemanes no arrancan.


-20° C – En Reinosa no salen de casa sin un chaqueta bajo el brazo, por si acaso.
-25° C – Los coches japoneses no arrancan.
-30° C – No hay ningún puto coche normal que arranque.
-40° C – Los coches rusos no arrancan.
-50° C – Un coche italiano se mete en tu cama.
-60° C – Los de Reinosa ya no salen de casa sin el abrigo puesto.
-70° C – El infierno está congelado.


-120° C – Todo el alcohol se congela. Los rusos se ponen nerviosos.
-273° C – Cero absoluto. Las moléculas dejan de moverse. Los rusos empiezan a lamer el vodka congelado. Los de Reinosa se levantan de las mesas de la terraza y se meten dentro del bar…
-300 °C (20 de enero – Fiesta de San Sebastián) – Los de Reinosa ponen a una fuente a echar vino

lunes, 26 de noviembre de 2018

LA QUINTA ESQUINA

Cada vez estoy más contento dentro de este laberinto literario que nos hemos creado. Sin ganas de salir ni de hallar el final, semana a semana nos topamos con pequeñas joyas como la de esta entrada, que te hacen orbitar por el espacio interestelar sin despegar los pies del suelo. Aunque en ocasiones parece que ciertamente despegas.
Otra obra maestra, otro autor desconocido, otro libro ignorado (qué poco somos) que quedan grabados en nuestro cerebro. Puede que el autor se nos pierda en un futuro, ya que su nombre Izraíl Métter, es un tanto difícil de retener, pero su título, ese no se olvida.
Dos semanas, dos viernes, dos sesiones y un monto de sensaciones.
Reuniones vivas, como las mareas y sin luna llena, hacia arriba, ahora hacia abajo, pocas veces en el medio, cual montaña rusa, lo de rusa viene que ni pintado, que te colma de pasión por la lectura.
Un poco de historia, un poco de guerra, un poco de felicidad y mucho, mucho de desgarro visceral. Pero sobre todo, una historia de amor que con cuatro páginas nos quedará prendada en nuestros corazones mientras éstos palpiten. Pum, pupum, pum, pupupum…
Y un deseo. Que persona por persona y todo el conjunto de nuestra humanidad, no tengan nunca más que buscar una quinta esquina. Por favor.

Y la consabida ficha.


TITULO DEL LIBRO: LA QUINTA ESQUINA

                       

AUTOR: IZRAÍL MÉTTER: (UCRINIA 1909-RUSIA 1996)

 



ARGUMENTO: Nosotros tuvimos un dios que a diferencia de los demás Dioses, prometía el paraíso en la Tierra, aquí y ahora, sin tener que esperar al más allá. Y le creímos, le seguimos, le adoramos y le profesamos fe ciega e infinita. Y el terror, la barbarie y la  sinrazón habitó entre nosotros, devastando a generaciones enteras. Esto nos cuenta el autor en esta novela biográfica en la persona de su personaje central, Boria, relatándonos sus infrahumanos periplos por la Rusia del siglo XX. Profesor por vocación, perteneciente a la clase social más baja del país, desprotegido y menospreciado por el sistema, pocas veces se sitió feliz. Su infancia, la pasada y la que vendrá, su gran amor, Katia y la historia que hay detrás de su fallecido amigo Sasha, junto con sus clases de matemática, son lo que le hacen sentirse vivo.




VALORACIÓN: Grande, sublime y desgarrador novela. Con sus apenas 200 página, se nos abre un pozo sin fondo, un infinito de crueldad y brutalidad que nos aprieta el corazón de tal forma que en algunos momentos se nos hace duro su lectura. Pero eso es la Literatura, relatos apasionantes, complicados pero maravillosos que nos dan pequeños diamantes para la vida. Una vez más la condición humana, esa humanidad deshumanizada, cruel, y sin futuro. Una obra que nos hace plantearnos incluso el sentido de la vida con una visión deprimente de la misma. Pero, siempre hay un pero, la novela se hace enorme y respiras con alivio gracias a Zinaída Borísonva, a quien abrimos poco a poco la puerta y dejamos “que ella avanzara hacia Sasha”. Se le califica como RESERVA.