lunes, 25 de febrero de 2019

REUNION MENSUAL CON NUESTRO CLUB AMIGO "AQUÍ CABEMOS TODOS"

Otro mes más tuvimos el placer de reunirnos con nuestro amigos del Club de Lectura "aquí cabemos todos", nunca mejor dicho, y como siempre disfrutamos de su compañía y amabilidad.
En esta ocasión el motivo de la reunión estaba fijado por la lectura de "Ana Frank, su vida", que pese a estar en lectura fácil, su contenido no proporcionó fluidez a la reunión, dado que el tema a tratar no daba para risas, pero así todo compartimos un poco de las vivencias de la protagonista, el momento histórico que le tocó vivir y sobre todo nos centramos en la dificultad para la convivencia.
Ahí  dimos en hueso duro y la conversación se centró en lo duro que es para todos el convivir y compartir con otras personas, que ya se sabe, lo mío es mío y lo de los demás, también.

Ya que carecemos de foto de la reunión, un fallo técnico, traigo aquí la portada del libro.



miércoles, 13 de febrero de 2019

EL CHISTE DEL MES

No hace más de veinticuatro horas estaba en esa misma situación. Afortunadamente leo un poco más y con gafas nuevas.
Una sonrisa, porfa.


martes, 12 de febrero de 2019

EL RINCÓN DE PILAR

Se va un libro y viene Pilar. No me explico como lo hace. Muchas gracias por tu trabajo y aportación a este Blog.
A disfrutar.




LA PIEDRA DE LA PACIENCIA



Podría ser Afganistán

o cualquier otro pueblo invadido,

primero se lucha contra el invasor,

después contra familia y amigos.

Una mujer con sus dos hijas

atiende a su comatoso marido

sobreviviendo a saqueos, abusos

y a su guerra interna, su peor martirio.



Las respuestas al bombardeo

laceran el pesado silencio,

sus dedos acaricia a su esposo

se pierden en la espesura del cabello.

Con su boca entreabierta, sigue teniendo

el mismo despavorido aspecto,

y la mirada parece como perdida

entre las oscuras vigas del techo.



Verifica los intervalos entre las gotas

de agua con sal y azúcar,

examina la herida todavía abierta

que tiene su esposo en la nuca:

-No te quejas… incluso herido

te has ahorrado el sufrimiento-

con amarga sonrisa añade:

soy yo la que lloro y padezco.

16 días llevo viviendo al ritmo

de las inspiraciones de tu pecho,

aseándote, humedeciendo tus ojos

alimentándote con suero.

Mis hermanas me han abandonado,

los tuyos me han dado la espalda,

estoy sola con nuestras dos niñas

y mi tía me hace tanta falta….

Tu madre no acepta que a su hijo

le hayan pegado un balazo

en una sucia y  vulgar reyerta

con un tío de su propio bando.

Tu familia dice que no puede

ocuparse de tu mujer y tus hijas,

Alá ayúdame –implora- demuestra

que existes y haz que viva.

    Confieso al mulá que estoy impura

no le hace gracia y se va gruñendo,

desde que rige la nueva ley en el país

el pobre ha cambiado y tiene miedo.

No se atreve a venir muchas tardes

tiene un pavor atroz a las balas,

es cobarde, como tus hermanos,

-se acuclilla y grita con rabia-



Destello desgarrador de explosiones,

callan disparos, silencio espeso,

ahora llegarán las represalias

vuelve para quedarse el miedo.

No logra transportarlo al sótano

lo mira de arriba abajo nerviosa,

-más valdría que una bala perdida

te alcanzase de una vez por todas-

Lo acomoda en un colchón en el suelo

y vuelve abajo con sus hijas,

en un intento de protegerlas

de esta infernal pesadilla.

Atronan los ruidos de las botas

de quienes van armados y corren,

se dispersan tras los muros

a esperar que llegue la noche.

Los soldados entran en la casa,

una linterna descubre el cuerpo inerte

-es de los nuestros – confiesa uno

apartando su cañón de la frente.



Ella vuelve arriba cuando apenas

el sol al cielo ha penetrado

y se cuela por las cortinas

con dibujos de migratorios pájaros:

- Te has movido -reprocha al esposo-

un sollozo desgarra su garganta,

mientras coloca la bolsa de suero

y seca sus ojos con la manga.

La vecina con voz atiplada tararea

y baila una danza macabra,

saltando por entre los escombros

de las casas derrumbadas.

La anciana le cuenta una historia:

-Anoche el rey llegó a mi casa

y pidió a mi marido e hijos

que bailasen una tonada,

como no la conocían

les ha cortado la cabeza,

y les ha echado aceite hirviendo-

retoma la anciana su queja.

Un  alarido se escapa de su garganta

al ver las cabezas degolladas,

llora, vomita, se aleja con sus hijas

seguidas de la tos de la anciana.



LA SUEGRA

-Tu madre vino a pedir la mano

de mi hermana pequeña

pero por edad era mi turno

a regañadientes acepto: que sea ella-

Para una chica de 16 años

es hermoso comprometerse

con un héroe de la guerra

aunque estuviera ausente.

Se celebraron los desposorios sin el novio

pues la victoria ya parecía cercana

pero un año más tarde

la paz estaba muy lejana.

-Pensó tu madre que era peligroso

que siguiera viviendo con mis padres,

y sin preguntarme lo que yo pensaba

me vi obligada a desposarme.

Tú, el novio, estuviste presente a través

de una foto que pusieron a mi lado,

y tuve que esperarte todavía

a lo largo de tres eternos años.

No podía ver a mis amigas y familia,

pues para una muchacha virgen casada

era desaconsejable que frecuentara

a las otras muchachas casadas.

Tenía que dormir con tu madre,

ella velaba mi castidad,

por el día hablaba con tu padre

él ahuyentaba mi soledad.

Me leía poemas, me contaba historias,

me hacía reflexionar, leer escribir,

con él, mi tristeza volaba y yo sabía

que me quería porque te quería a ti.

Fue tras la liberación cuando empezó

a odiaros a ti y a tus hermanos

porque ya no luchabais por la libertad

sino por adueñaros del poder y el mando.

-Tu madre tenía a tu padre

recluido en un cuartucho,

donde dormía sin quejarse

sobre una esterilla de juncos.

Tus hermanos lo trataban de loco,

nadie en casa le comprendía,

me fui acercando a él con miedo

atraída por su gran sabiduría.

Sentía una curiosidad excitante,

me obsesionaba la historia de mi tía,

me empujaba hacia él con ganas

de permitirle que entrara en mi vida.



Tres años de espera y tu vuelves y actúas

como si me vieses tras una corta ausencia

o como si por tu triunfal victoria

yo fuese una banal recompensa.

Pero tu, con aire ausente,  arrogante

en otra parte te encontrabas

como dicen los sabios: “nunca contéis

con quien ha conocido el placer de las armas”

Cuando hay fusiles de por medio

os olvidáis de vuestras propias mujeres

ignoráis a vuestros padres e hijos

postergando vuestros deberes-



-La primera vez que estuvimos juntos

una semana antes la regla me vino

debido a la angustia y el miedo

de encontrarme a solas contigo.

Aunque era virgen me preguntaba:

si no sangro ¿qué me pasará?

tu gozaste al ver mi sangre

creyéndola señal de mi virginidad.

Nunca entendí porque para los hombres

el orgullo está tan ligado a la sangre,

una noche llegaste borracho a la cama

me penetraste cuanto quisiste y gozaste.

Viste al lavarte mi sangre en tu polla

furioso mil veces me golpeaste

por no avisarte de que estaba impura

y de mi impureza contagiarte.

¿Que diferencia hay entre la sangre

limpia y la sangre de la menstruación?

tu has nacido de esa sangre-

le reprochó con un grito desgarrador.



PADRE

-Aunque mi padre nunca nos besaba

sí besaba las codornices de pelea

se las ponía en el regazo y  acariciaba

su cuello de una manera obscena.

Se volvía cruel cuando los viernes

sus codornices perdían las peleas,

volvía a casa loco de furia

y volcaba en nosotras su violencia.

Gastó todo su dinero en comprar

una codorniz de precio desorbitado-

rompió el silencio una amarga risa

llena de ironía y sarcasmo.

-Perdió, y como no pudo pagar

la apuesta vendió a mi hermana,

con solo 12 años tuvo que irse

con un vejestorio de 40 añadas.

Yo tenía miedo de convertirme

también en el pago de una apuesta,

solté el pájaro para alegría del gato

que deambulaba por la azotea.

Mi padre me encerró durante días

con otro gato en la bodega,

¡cuando termine de comer las ratas

te tomará a ti como presa!

No  se porqué te cuento esto

-se lamenta contrariada-

si nunca quise que lo supiera nadie

ni siquiera mis hermanas.



Me vuelve loca, me vuelve débil

me obliga a reconocer mis errores,

quiere atacarme y destruirme

convencida estoy de que me oye.

-Tal vez dios te mantiene con vida

para que veas lo que hago por ti,

pero está haciendo de mi un demonio

de carne y hueso contra ti.

Lo que hice, no fue solo porque te amaba

sino para que no me abandonases,

sin ti sería rechazada por todo el mundo

y no estaba segura de saber amarte.

Eras un héroe y durante tres años

había intentado imaginarte,

después llegaste un día

te pusiste sobre mi, te restregaste,

no lograbas satisfacerte

sentía latir frenético tu corazón,

manos ineptas, respiración entrecortada,

sudoroso tu cuerpo al lograr la culminación.

Me acostumbré a tu cuerpo torpe,

a tu presencia hueca  y vacía,

tenía la impresión  si te ausentabas

de que me faltaba algo de mí misma.

Tu madre impaciente venía a verme

a comprobar si estaba embarazada,

convencida de que era estéril

día tras día me mortificaba.



Volviste a esa guerra fratricida y absurda

te volviste pretencioso y arrogante,

como toda tu familia

con la excepción de tu padre.

Tu madre quería para ti otra esposa

y entonces comprendí mi destino,

no sabes lo que llegué a hacer

para que te quedases conmigo.

Hace 10 años que estamos casados

y solo ahora comparto algo contigo,

-aflora una sonrisa a sus labios

mientras le acaricia sus cabellos finos-

La primera vez que quise besar

tus labios me rechazaste,

ahora puedo hacer contigo lo que quiera

y sin que me interrumpas puedo hablarte.

Ayer me sentí ligera y tranquila

porque había podido al fin abandonarte

acabar con tu sufrimiento, dejarte morir

y de tu tiranía librarme,

pero de repente tuve la certeza

que siempre habías estado consciente,

que querías hacerme hablar

penetrar en mis secretos… poseerme.

Me sentí como un monstruo

lloré toda la noche, tuve miedo…

reuní todas mis fuerzas para volver

a casa y conectarte de nuevo el suero-



SANGUE SABUR

-Tu eres mi sangue sabur-

es el nombre de la piedra de la paciencia,

roza su rostro con cuidado como si realmente

estuviese tocando una preciosa piedra.

Voy a contártelo todo hasta que me deshaga

de mis sufrimientos e insatisfacciones,

hasta que te traspase todas mis desgracias

e infortunios… hasta que tu explotes.

Pelotones de soldados por las calles,

las casas están registrando,

tras la cortina verde hay un trastero

con almohadones y colchones apilados:

-No deben encontrarte, mi sangue sabur

ahora me haces mucha falta-

lo levanta, arrastra su cuerpo

y lo acomoda frente a la entrada,

cuelga la bolsa de suero en la pared

mete de nuevo el tubo en su boca,

corre la cortina disimula el escondite

con otros colchones mantas y colchas.

-Vuelvo mañana- murmura

mientras se agacha para recoger su velo,

sonidos de tiros la dejan clavada

en el sitio con petrificado gesto.

Se escuchan disparos cada vez

más cercanos y por todas partes,

los lamentos por sus niñas

no son escuchados por nadie,

sino que se pierden en el ruido sordo

de las ruedas de un carro de combate,

del pasillo oscuro emerge un hombre

que oculta su rostro tras un turbante.

Ella desesperada finge estar serena,

el soldado:- no temas nada yo te protejo

quien cuida de ti,de que bando eres?

Ella responde: ¡del vuestro!

Soy viuda, me gano la vida

con el sudor de mi cuerpo,

igual que vosotros vendéis vuestra sangre-

-¿no te avergüenza decir eso?

eres musulmana, te lapidarán

arderás en las llamas del infierno-

está rabioso, el humo del cigarrillo

vela sus ojos negros.

Posa el cañón en su vientre

-voy a reventar su asqueroso coño, guarra-

ella permanece impasible

mientras el soldado le escupe en la cara.

Llama a su compañero y le informa

-nos largamos, esta es una impía casa-

ella escucha como los pasos

se alejan por la calle enfangada.

Se ha visto obligada a decirle eso

si no , le hubieran violado,

una risa sarcástica le sacude

al recordar el gesto del soldado.

Para los hombres follar a una puta

no representa ninguna proeza,

no sirve de orgullo vaciar su porquería

en un agujero usado por la caterva,

porque cuando follan a una puta

ya no dominan su cuerpo,

no es más que un intercambio

es solo placer a cambio de dinero.

A veces es la puta quien les domina

por eso forzarla no es violación,

pero si lo es robar la virginidad

de una muchacha y mancillar su honor.

                                              

LA TÍA

Para que su hombre recapacite

deja transcurrir un momento,

-¡hay tantas cosas que se acumulan

en mi interior desde hace tiempo!...

Nunca me permitiste hablar de ellas,

he tenido dos maestros en mi vida

el primero, el sabio de tu padre,

la otra mi adorada tía.

Ella era generosa y bella

y la única hermana de mi padre,

me enseñó a leer y a vivir,

se casó con un rico despreciable.

Tras dos años sin descendencia

la mandó con sus padres de criada,

como era estéril y guapa su suegro

se la beneficiaba a sus anchas.

Un día explotó, le partió la cabeza

sus suegros la echaron de casa,

su marido la rechazó

su propia familia le dio la espalda.

Desapareció dejando una nota

decía que ponía fin a su vida,

era como si su cuerpo inmolado

se hubiera convertido en cenizas.

No hubo restos, ni tumba ni exequias,

ningún funeral para una ramera,

yo fui la única que la lloré

pasé tiempo soñando con ella.

Hace 7 años oí su voz en el mercado

ella hizo como si no me conociera,

la seguí hasta su casa, estalló

en sollozos de amarga pena.

Es la tía que me ha recogido

me alegré de encontrarla viva,

residía en un lujoso prostíbulo

y ahora cuida de mis niñas.

No les habla de ese mágico cuento

que puede traer alegrías o desgracias

advertencia que de niñas nos daba

miedo y a la vez nos excitaba:



ERA UN REY Y NO ERA UN REY

“Era y no era un rey” decía la abuela

encantador valiente y atrevido,

su única exigencia en la vida

era  que la reina pariera hijos.

Los astrólogos habían predicho

que si la reina concebía niñas,

el reino caería en desgracia

y  la corona deshonrarían.

Mandó al verdugo que matara

a las dos primeras niñas,

cuando nació la tercera, el verdugo

oyó hablar a la recién nacida:

-Di a mi madre que tendrá un reino

propio si me mantiene viva-

huyó la reina con el verdugo

y la pequeña que estrenaba vida.

El rey pasó años conquistando territorios

y ansiando encontrar a su dama,

no se sabe si por recuperar esposa

o simplemente para darle caza.

Solo se resistía a sus conquistas

un pequeño reino que gobernaba

una reina justa pacífica y valerosa

que desbordaba serenidad y calma.

El rey ordenó prender fuego al país,

exhortaron a la reina a que negociara,

la hija ruega a la madre que le permita

a ella dialogar con el monarca.

La reina se volvía loca, su reino

se sumía en continuas desgracias

el hambre hacía mella en los súbditos

faltaban alimentos y agua.

Decidió la hija con el rey encontrarse

ayudada por un confidente llegó a su tienda,

quedó la joven del rey prendada

quedó el rey seducido por la princesa.



Pasaron la noche juntos,

el rey promete a su amada

renunciar a conquistar su reino

si con él se casa.

La mañana siguiente la princesa

cuenta a su madre la hazaña,

que fatalidad!  murmura la reina

mientras pierde el sentido desmayada.

Pregunta al hombre que ha acompañado

durante toda la vida a su madre:

-no eres mi hija –confiesa el verdugo-

el rey conquistador es tu padre.

He aquí princesa nuestro destino,

si la verdad al rey confesamos,

seremos condenados a la horca

y nuestros súbditos, sus esclavos.

Si nos negamos al matrimonio

nuestro reino será incendiado,

si con él te casas cometerás incesto

nos castigara El Señor por tal pecado.

Nadie conoce el final de la historia,

¿cómo saber cual es el final correcto,

cuál es el bueno, o el justo?

aún hoy sigo creyéndolo un misterio.

Una vez cometido el incesto

la tragedia es inevitable,

para que esta historia termine bien

es preciso el sacrificio de alguien.

El amor paterno no permite plantearte

que la hija pueda el matrimonio aceptar,

y que durante la noche de bodas mate

a su propio padre en el lecho nupcial.

Si estás del lado de la hija no deseas

que pueda suicidarse, ni fantasear,

con el asesinato de la reina para que la hija

viva con el padre ocultándole la verdad.

Yo mandaría decapitar a los tres infieles

los traidores deben ser castigados,

verdugo, reina y princesa y el secreto

del incesto quedaría silenciado.

La reina obra según su moral

prefiere  ver su reino aniquilado,

y esclavizado su pueblo antes

que su secreto sea desvelado.

Solo hay un final feliz

con la condición de resignarse

a renunciar al amor a uno mismo

a la ley del padre o la moral de la madre-



Cuando las armas se hastían y callan

entre las brumas plomizas del alba,

una silueta armada en el pasillo

con voz frágil tartamudea cuando habla.

-¿Cuanto? Pregunta el soldado

con voz grave de adolescente

ella retrocede un paso

cuando el le arroja unos billetes.

Se deja caer con las piernas abiertas,

el muchacho parece avergonzado,

la agarra fuerte por las piernas

-bueno -dice ella- acaba rápido.

Está inmóvil bajo las embestidas frenéticas

del joven cuerpo desmañado,

cuando aflora el sexo entre sus muslos

emite un gemido sordo y ahogado,

entre el cabello de la mujer, que pálida

mantiene los ojos con fuerza cerrados

el respira pesadamente

permanecen quietos un rato:

-No pasa nada- aventura ella,

acaricia discretamente al muchacho,

le puede pasar a todo el mundo

¿es esta tu primera vez?

el asiente con la cabeza todavía

cubierta por el cabello de la mujer.

Es casi un imberbe: ¿Tienes familia?

el muchacho niega y huye de la casa

ella llora, se abraza las rodillas

y  grita ocultando su cara.

Tiembla, mira los billetes arrugados

suelta otro grito desgarrador,

vuelve con su marido, el frío

o el terror sacuden su respiración.



-Este muchacho - dice a su esposo-

me ha hecho recordar nuestros comienzos,

los recuerdos buenos o malos siempre

me asaltan cuando menos lo espero.

Tu también eras inmensamente torpe,

no eras capaz de otorgar nada,

recuerda cuantas noches me has follado

dejándome con las ganas.

Es placer para ti desgarrar el velo

de la virtud y ver manar la sangre

y ver como sale tu porquería ignorando

 a la esposa que junto a ti yace.

Una noche me sorprendiste,

tu dormías, yo me acariciaba,

te despertaron mis jadeos

durante mi climax, yo temblaba.

Dije que tenía fiebre, me mandaste

al cuarto de las niñas ¡que cerdo!-

El rubor brota en sus mejillas

y se extiende por el cuello.

Vislumbra la silueta del muchacho

llamando a la puerta de nuevo,

los brazos de la mujer caen cansados

a ambos lados de su cuerpo.

Entran los dos en otro cuarto

solo se escucha el silencio,

luego, susurros, gemidos ahogados,

deja el chico el dinero en el suelo.



Le cuento a mi tía lo del muchacho

que acaba muy rápido y tartamudea,

me dice que le aconseje que hable

con la polla y folle con la lengua.

No hay que ofender a los jóvenes

burlándose de sus artes amatorias

pues ellos relacionan su virilidad

con el tamaño y dureza de su polla.

-Ese muchacho es torpe como tu

pero yo le enseño y aprende rápido,

si a ti te hubiera dicho mis gustos

habrías molido mi cuerpo a palos.

Dices “es mi alma la que me da el honor”

“es el honor quien protege mi alma”

mira tu honor jodido por un muchacho

mira tu honor jodiendo a tu alma.

Tu honor no es más que un trozo de carne,

tu mismo me decías esas palabras

para pedirme enfadado que me tapase

si un trocito de mi carne te mostraba,

solo era para ti el sumiso agujero

en el que meter tu sucia polla

solo para destrozarlo, para verlo sangrar

-exhausta, calla apenada y pesarosa-

¿Porqué digo esto?¡ Estoy como poseída!

un demonio ha entrado en mi cuerpo

es él quien toma la mano del chico

y la introduce en mi vientre y mis pechos.

A la caída del crepúsculo, el muchacho

nuevamente llama a la puerta,

ella no tiene ganas de verle

y junto a su esposo se queda.

El silencio de la casa se rompe

con crujidos de piedras y maderas,

tras arreglar la puerta de casa el joven

abandona el lugar sin cobrar su faena.



Estando embarazada de mi primer hija

tenía siempre un extraño sueño,

me veía a punto de parir un niño

con dientes y la cara del abuelo.

Decía con insolencia que conocía

uno de mis mayores secretos

si no le daba lo que quería

revelaría al mundo sus conocimientos.

No era capaz de acallar sus amenazas

la primera noche pidió mis pechos,

el mamaba, los mordía con sus dientes

yo aterrada gritaba en sueños.

Tienes que acordarte porque esa noche

me echaste del cuarto una vez más,

pasé la noche en la cocina llorando

sin tener una cama donde descansar.

Seguía oyendo las voces del niño

estando dormida y también despierta

rezaba cada noche para tener un aborto

no deseaba que el niño naciera.

Decidió estrangularlo en el momento

del parto entre sus piernas

por eso no empujó, y le durmieron

para facilitar que el bebé naciera.

Vio al despertar que era una niña

sintió que terminaban sus penas,

ella no le traicionaría nunca,

sería su cómplice, su compañera.



Alguien ha vuelto a pasar y ha dejado

delante de la puerta unas granadas,

queso, granos de trigo tostados

y una preciosa cadena dorada.

Ella sabe que es el muchacho

y la alegría invade su rostro,

nunca nadie la mimó tanto

y confía en que vuelva pronto.



-Creo que esto que te estoy contando

puede llegar a cambiarte,

ya no serás el monstruo que eras

si un día logras despertarte.

Sé, que cambiarás, que me apreciarás,

que me harás el amor como yo anhelo,

porque ahora has llegado a conocerme

y sabrás respetar mis secretos.

Desliza su mano por la entrepierna

del hombre y le acaricia el sexo,

la otra se pierde entre sus propios muslos

y nota aumentar su deseo.

Sus respiraciones se confunden,

la entreabierta boca roza con sus labios

-cuantas veces soñaba acariciarme

teniendo tu miembro en mis manos.

El aliento se le va acelerando,

se hace, agudo sibilante, jadeante,

el ritmo se acelera se aceleran gemidos

hasta que estalla un grito en el aire.



-Tu madre quería que te casaras con otra

y a mí me pasaría como a mi tía,

pero lo cierto es que eres tu el estéril

y no son tuyas mis preciosas niñas.

Convencí a tu madre de que había

un gran “Hakim” que hacía milagros,

para solventar esta clase de problemas

tenía  amuletos que lograban embarazos.

Tu madre asintió a regañadientes:

¡es tu última oportunidad! -me decía-

volví muchas veces a casa del sabio

que no era más que el chulo de mi tía.

Era yo quien le tocaba y decidía

en qué momento debía penetrarme,

es hermoso dominar otro cuerpo,

luego lloraba y me sentía culpable.

Odiaba el mundo, maldecía tener

que acostarme contigo cada noche

-¡oh mi “Sangue Sabur” es tan duro

ser mujer como ser hombre!



ESTALLIDO

-¿Sabes cual es el último nombre de Dios?

es “Al-Sabur” y significa  “El Paciente”

¿te das cuenta? mírate, tu eres Dios

existes y como Él, no te mueves.

Yo soy tu voz, tu mirada, tus manos,

soy tu mensajera soy tu profeta…..

detrás de ella siente cómo una mano

le aprisiona con fuerza la muñeca.

Es su hombre quien la inmoviliza,

se queda inerte, petrificada,

la boca de par en par abierta

suspendidas las palabras.

El se levanta como una roca seca

y rígida, dice ella: -¡Es la Resurrección,

Dios te concedió el milagro!

su voz parece ahogada por el terror.

Mis secretos te han traído a la vida-

el hombre la aproxima hacia él,

la agarra de los cabellos y le golpea

la cabeza duramente contra la pared.

-Eso es…¡explota! -Ríe sarcásticamente-

por fin he sido liberada de mis sufrimientos-

cae, no grita se abraza a los pies del hombre

que la mira con el rostro macilento.

La mujer le mira con exaltación,

el la lanza contra la pared de nuevo,

ella toca el kanyar, lo coge con la mano

y se lo clava al hombre en el pecho.

El todavía rígido y frío la arrastra

y golpea su cabeza contra el suelo,

y aún con el corazón apuñalado

con un movimiento seco le tuerce el cuello.

La mujer expira, el hombre inspira

y entorna sus extraviados ojos,

se tumba sobre el colchón al pie

de la pared frente a su foto.

La mujer, en otra dimensión

vuelve a abrir lentamente los ojos

el viento se levanta y hace que vuelen

sobre su cuerpo los pájaros migratorios.





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