jueves, 10 de enero de 2013

TAL MES COMO ESTE EN 2007, EL CALLEJÓN DE LOS MILAGROS

Fabuloso comienzo de 2007, Naguib Mahfuz visitó el Club y no pude hacerlo de mejor manera. Esta novela fue, creo recordar, nuestro primer contacto con la literatura árabe y como en las sucesivas ocasiones, nos maravilló. Pero especialmente este libro causó una satisfacción generalizada entre los componentes del Club y nos hizo pasar un mes llego de fantasía, humor y aventuras, sin dejar de lado el  magnífico retrato de la vida misma, pero para eso hay que leer el libro, no lo voy a esponer aquí.
Por unas semanas moramos en una calle de El Cairo, acompañando en su vida cotidiana a una serie de personajes inolvidables, mezclándonos con ellos y compartiendo sus sueños y esperanzas.
No se puede decir mucho más de un GRAN RESERVA. Pero dado que es un gran reserva me permito incluir un artículo que hace un breve análisis de la obra y como siempre vendrá la ficha de lectura para recuerdo de los que tuvimos el gustazo de disfrutar del Callejón de Midaq.
 
El callejón de los milagros / Naguib Mahfuz

.- El callejón de Midaq es un microcosmos, un mundo en miniatura, un resumen
del mundo, una metáfora (“aunque el callejón está totalmente aislado del
bullicio, tiene una vida propia, cuyas raíces conectan, básica y
fundamentalmente con un mundo profundo del que guarda secretos muy
antiguos”. Ahí se nace, se muere, se enferma, se ama, se delinque, etc. Está
muy conseguido el principio y el final de la novela. Da la sensación de que se
sube un telón al principio para dejarnos asistir a una representación que
va a durar unos pocos meses. Este es el principio: “Se anunciaba la puesta
del sol, envolviendo el callejón de Midaq en un velo de sombras…” y así
termina: “Pero aquella burbuja, como las otras, acabó también reventando
y el callejón de Midaq cayó de nuevo en el olvido y la indiferencia. En él se
lloraba por la mañana, si había algún motivo, y se reía ruidosamente por la
noche, al crujido de las puertas y las ventanas que se abrían y se cerraban”.
Son apenas unos meses en los que transcurre la novela pero la impresión que
transmite es que si la novela en vez de estar ambientada en ese final de la
segunda guerra mundial –1944- hubiera estado ambientada en otra época
(unos años antes o más tarde) los protagonistas hubieran sido otros pero las
historias de ambición, de frustraciones, de camaradería, de rencillas… habrían
sido las mismas.
.- Dos conclusiones importantes de la lectura de la novela:
1.- por debajo de unas diferencias a veces muy llamativas en estilos de vida,
costumbres, situaciones económicas, etc. laten unos mismos impulsos
humanos. Las ganas de independencia, la ambición por prosperar, el amor, el
miedo a la muerte, etc. son los mismos en el callejón de Midaq que, a lo mejor,
en una universidad norteamericana (La mancha humana) o en una empresa
japonesa (Estupor y temblores). Esa es la razón por la que se sigue leyendo a
los autores clásicos. No nos reconocemos menos en el Egipto de esta novela
que en la España de El Quijote o en la de El Lazarillo.
2.- La otra gran lección de esta novela es la absoluta relatividad y la humildad
con que conviene tomarse las cosas. Todo, efectivamente, es una burbuja que
siempre termina por reventar: nuestras mayores ilusiones, nuestros temores,
nuestros anhelos son una tempestad en un vaso de agua; nos sentimos
imprescindible y no nos damos cuenta de que nuestro destino será el olvido. La
riqueza, la fama, la miseria son siempre un accidente.
.- Lo mejor de la novela es esa sabia combinación de costumbrismo y de
profundo análisis psicológico de los personajes. Los momentos más
memorables no son cuando se nos describe el café o la tienda del tío Kamil, o
la barbería de Abbas sino cuando el autor nos invita a entrar en el corazón de
los personajes y a observar de cerca sus pensamientos más profundos, sus
dudas. En ese sentido el personaje estrella es, sin duda Hamida. Es un
espectáculo ver cómo evoluciona en un corto espacio de tiempo y pasa de ser
una chica tímida, un poco rebelde pero respetuosa de las tradiciones a ser una
perdida”. Asistimos a una versión del cuento de la lechera.
Pero en definitiva cada personaje tiene su pequeña tragedia: la de Abbas es
haberse enamorado de quién no debía. Era, junto con el tío Kamil, de las pocas
personas que viven felices en el callejón, no necesita nada y si lo abandona es
porque comprende cuáles son los sentimientos de Hamida (“tus amigas te
envidiarán”); la de Kirsha (el dueño del café) su homosexualidad y su relación
con su mujer; la tragedia de su hijo Husain Kirsha es la de su ambición
desmedida y la de su inmadurez: abandona la casa de su padre porque quiere
vivir en una casa con electricidad para al final tener que volver a mendigar un
lugar en esa casa junto a su mujer y su cuñado. La tragedia de Salim Alwan, el
más rico de todos, es que su mujer ha dejado de satisfacerle. En buena medida
esa insatisfacción va a significar la perdición de Hamida. Después vendrá la
enfermedad que le amargará el carácter, las disputas con los hijos, etc. La
tragedia de la señora Afifi es su coquetería y su deseo de casarse; El jeque
Darwish (perfecta la escena en la que explica cómo le planta cara a la
Administración); el doctor Bushi; la madre de Hamida, la casamentera.
.- Personajes cómicos: el tío Kamil, que está todo el día dormido en su silla;
todo el jaleo que se traen con la mortaja; Kirsha: cuando le dice a su hijo que
quiere ser un jelman y más adelante cuando empieza a cambiar de opinión
respecto a su nuera y su hermano y lo empieza a ver como un buen mozo
.- Personajes inolvidables: Zaita y su industria de deformación. Muy buena su
relación con los panaderos.
.- El santón Rudwan Husaini es otro personaje impresionante, con la muerte de
sus hijos, su peregrinación a la Meca, es la fuente a la que acuden todos a
consultarlo.
.- Escenas curiosas: la aparición de la radio y el fin de los cantantes callejeros.
El deseo que sienten todos de que Hitler resista y la guerra dure para mantener
el trabajo. Un argumento importante sin duda.
 


TITULO DEL LIBRO: EL CALLEJÓN DE LOS MILAGROS
AUTOR: NAGUIB MAHFUZ (EL CAIRO, Egipto, 1911-2006)

ARGUMENTO: La vida de un callejón en el centro de El Cairo, con sus vecinos, sus visitantes, sus penas y glorias. El relato de la vida de un grupo de gente que pasa sus penurias, sus alegrías, sus ilusiones y decepciones en el “Callejón de Midaq”. Un relato coral donde se nos narra el transcurrir de unos meses en la vida del callejón. Es la vida misma. Las aspiraciones y enamoramiento de Abbas, el barbero; la ingenuidad del Tío Kamil, pastelero, los problemas afectivos y sociales de la familia Kirsha, dueña del café, los sueños de riqueza y bienestar de Hamida; los panaderos, el dueño del bazar, la casamentera, el “doctor”, del hacedor de tullidos, la viuda rica que quiere casarse, el santón… Todos componen un puzzle maravilloso y entrañable que desemboca en la cruel realidad que impone el callejón, que la vida sigue pese a todo y que las historias de cada uno pasan y desaparecen con el tiempo y sólo el callejón permanece.

VALORACIÓN: Un libro de fácil lectura y compresión; compuesto por 222 páginas y dividido en 35 capítulos. Es el relato de la vida, de la vida de cualquiera de nosotros y de cualquier barrio de ahora mismo, pese a que el libro fue ubicado en El Cairo hacia el final de la 2ª Guerra Mundial. Parece que el lector es uno más de los vecinos del callejón, un vecino expectante en todo momento de lo que allí sucede. Se nos resume la vida en pocas páginas, las pasiones, anhelos, amores y desamores, ambiciones, miserias e ilusiones de un grupo de gente, con un final intenso que puede ser una clara sentencia del sentido de la vida. Se le califica con la máxima puntuación posible. Una obra maestra. GRAN RESERVA.


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