MADAME
BOBARY
Enma apareció
en el mundo
(tal vez por
error del destino)
en una granja
de pueblo
entre gallinas
y cochinos.
Su cabecita
está llena
de alocados
pajaritos,
que llenan sus
esperanzas
de mil romances
prohibidos
Cuando el
doctor Bobary
visita a su
padre enfermo,
se enamora
locamente
de la hija del
granjero
Ella cree ver
la señal
tan esperada en
sus sueños
-él me sacará
tras la boda
de la vulgar
vida de pueblo,
Cuando gane mil
medallas
y de la gente
el respeto,
viviré mil
aventuras
con mi adorado médico,
asistiremos a
bailes,
llevaré
vestidos nuevos,
decoraré las
estancias
como palacio de
ensueño.
Con el tiempo,
la rutina
poco a poco y
en silencio,
se instaló
entre la pareja
y se acabaron
los sueños.
Melancolía...tristeza...
resignación...despecho...
por su admirado
marido
hoy solo siente
desprecio:
-era tan
alto... tan guapo...
venía desde tan
lejos...
¿como pude
equivocarme?...
era el hombre
de mis sueños,
el hombre que
iba a sacarme
de un hogar tan
pordiosero
para mostrarme
otro entorno
mas fascinante
y bello,
pero hoy es
gris...y mediocre,
con muy poquita
ambición,
nunca , en ésta
sociedad
subirá un
escalafón
las fiestas no
son lo suyo
(piensa Enma
resignada)
entre
aristócratas se siente
como pez fuera
del agua.
León está de
pasante
en la notaría
del pueblo,
es amable, es
educado,
un alegre
jovenzuelo,
Y ella se le
insinua
sutilmente...por
supuesto,
y la madre que
lo intuye
lo manda fuera
del pueblo.
De nuevo se
instala la pena
rencor de nuevo
y despecho:
-quiero tener
un varón,
ellos tienen mas
derechos,
pueden recorrer
el mundo
persiguiendo
sus anhelos,
la mujer en
casa espera
que el sueño
venga a su encuentro.
El destino es
caprichoso
y a este mundo
llega Berta,
lamentando otro
fracaso
se la entrega a
una niñera.
Cuando todo
está perdido
llega una
invitación
para una fiesta
en la que Enma
será el centro
de atención.
En su vida
fantasiosa
se imagina como
princesa
a quien todo el
mundo admira...
lo vulgar no
cabe en ella.
Preciosa toda
de blanco
como una diosa
romana,
al entrar al
salón, los hombres
no pueden dejar
de mirarla.
Todos van hacia
ella
como hacia una
encrucijada,
prendidos de su
cintura
corren y giran,
saltan y bailan.
Rodeada de
caballeros
ve su imagen
reflejada:
-esto es lo que
yo quería,
la vida que yo
anhelaba.
Y van pasando los meses
y no consigue
alegrarse,
su hija Berta
es para ella
una carga
insoportable.
Por merecer
ante su esposa
aún no siendo
cirujano,
acepta operar a
Hipólito
es un reto
complicado.
Corta tendones
traseros
y deja el pié
entablillado...
con el paso de
los días
el miembro está
gangrenado,
la pierna como
una morcilla,
los dolores
inhumanos,
para salvarle
la vida
el pié le será
amputado.
Aunque cojo,
antes podía
atender a su
trabajo,
y ahora como
pirata
lucirá pata de
palo.
En los
periódicos franceses
ya no hablarán
de Carlos,
se esfumaron
las medallas
con las que
Enma habia soñado.
Triste apática
y vencida
estaba cuando
Rodolfo
con su cortejo
le devuelve
un brillo
intenso a sus ojos.
Carlos le
compra un caballo
y cabalga con
el otro,
vuelven las
fantasías,
vuelven los
sueños locos.
-Para
escaparnos juntos
compraré baules
nuevos,
la cuenta del
prestamista
va aumentando
muchos ceros.
Alérgico al
compromiso,
Rodolfo no
quiere ataduras,
no se atreve a
dar la cara
manda carta de
disculpa.
Enma se
desmorona,
sufre un ataque
de nervios,
los gritos de
su garganta
alertan a todo
el pueblo.
Sin querer,
pierde la nota,
sus ojos vagan
sin rumbo,
la carta...la
carta...dicen
sus labios en
un susurro
-¡ojalá fuera
mas listo
para poder
entenderla
y poder así
ayudarla
a regresar a la
tierra.
Aconsejado de
amigos
Carlos la lleva
al teatro
pierde interes
por la obra
cuando León
entra en el palco
Enma está
ilusionada
y su marido le
alienta:
-quédate
,cariño, unos días,
a mí en el
pueblo me esperan.
Vuelve ella a
enamorarse
y a las citas a
escondidas,
vuelven los
planes de fuga
cuando acecha
la rutina.
Las deudas que
fué contrayendo
ahora se la
reclaman,
y todas sus
posesiones
terminan sienbo
embargadas.
Pide ayuda en
el pueblo
a quien pudiera
ayudarla,
la mayoría se
la niegan,
otro, intenta
comprarla
Ella no es una
ramera,
sale a la calle
ofendida,
ciega de
desesperanza
se derige a la
botica
Ingiere
arsénico a puñados
como una muerta
de hambre
no puede mirrar
a su esposo
sin sentirse
despreciable:
-¿porqué no he
podido amarle?
¿porqué no se
habrá mostrado
tirano,celoso,violento
para intentar
odiarlo?
Enma abandona
este mundo
y el hombre que
más le ha amado
quiere morir
para encontrarse
con quien su
ruina ha causado.
Sin la mujer de
su vida
la suya no
tiene sentido
y concierta una
cita
para acelerar
su destino.
Por la
noche...entre las sombras,
la dama viene a
su encuentro,
prendido a su
negra mano
nos abandonó en
silencio
******
ENERO 2.014
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