miércoles, 11 de febrero de 2015

TAL MES COMO ÉSTE EN 2011, EL VIEJO Y EL MAR

Qué afortunados somos. Poder leer novelas de este calado y disfrutarlas entre un grupo de amigos es un lujo tan sencillo que por ello es extraordinario.
No hace mucho tiempo  que nuestro amigo Santiago, afamado pescador, entró en nuestras vidas de la mano del gran Ernest Hemingway, y se quedó para siempre con nosotros.
Esta obra es de las que al parecer la trama y el argumento son sencillos y fáciles de entender, pero una vez reposada y sobre todo compartida, uno se da cuenta que está ante una de las obras inmortales de la literatura universal, con la que se puede jugar, o más bien especular sobre tantas cosas (vida, muerte, sacrificio, perseverancia, religión, castigo, recompensa...) que quedas absolutamente maravillado que tan pocas páginas posean un contenido tan maravilloso.
Ni que decir tiene que desde este Club de Lectura se recomienda totalmente su lectura, pausada y relajada y si es posible, comentada posteriormente.
Así que nos ponemos el traje de pescador, nos subimos a la barca y a esperar que los dioses nos sean benévolos y nos permitan saciar nuestras hambres.

Sin más dilación, la ficha del libro.

 
TITULO DEL LIBRO:  EL VIEJO Y EL MAR
        
AUTOR:  ENRNEST HEMINGWAY (EEUU, 1899-1961)


ARGUMENTO: Un viejo pescador llamado Santiago, en la Cuba de los años cincuenta, lleva 84 días sin pescar. Manolín, un joven aprendiz de pescador ha dejado de acompañarle dada su mala suerte y por orden de su padre. Santiago cree que el 85 es un número de buenas suerte y pronto por la mañana sale en solitario para pescar el Gran Pez. Tras cuatro días en el mar, y con la proeza de haber pescado el mayor pez jamás visto en la isla y tras multitud de vicisitudes, concluye su odisea llegando a casa completamente agotado.
 
VALORACIÓN: Estupenda historia, al parecer basada un hecho real. Las 145 páginas del libro se quedan cortas para albergar tan impresionante narración, en la que el lector forma parte activa de la aventura, permaneciendo junto a Santiago durante toda su travesía y recibiendo sus mismas emociones y apuros. Fácil de leer, con una narrativa sencilla, con algunas palabras técnicas del arte de la pesca que con un diccionario al lado se salvan perfectamente, esta novela entusiasma, conmueve y hace reflexionar sobre el simple y maravilloso sentido de la vida.  Se le califica como de RESERVA.

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