Si no la hemos leído, habremos visto la película. Y tendremos una idea de la obra. Y ya podremos calificarla como un género literario de... ¡QUE ALGUIEN ME ESPLIQUE DE QUÉ!. Una novela de amor pasional, romántico, necrófilo, posesivo, irracional. Una novela de ambiciones humanas, de odios y rencores, de luchas por sobrevivir o por derrotar. Una novela sobre la naturaleza, su aislamiento y crudeza con ese páramo que solo pensarlo le entran ganas a uno de irse a Benidorm. Una novela de fantasmas, ritos, leyendas y supersticiones.
De todo eso y de mucho más es Cumbres Borrascosas, de mucho más, pero que de mucho más. Y llegado a este punto, lo único que tengo claro, amen de tratarse de una obra fascinante e imprescindible para cualquier lector, es que página a página transmite maldad, pero una maldad que raya lo humanamente aguantable. Que uno no deja de sobrecogerse con el relato que tras uno hoja y luego otra hoja se va superando en maldad. Pero gracias a su final, algo de luz nos reconforta espiritualmente, porque nuestro cuerpo termina completamente destrozado.
Lo dicho, quien quiera y pueda, debe leer esta joya y quitarse el sombreo ante su autora, cuya biografía bien merece nuestra atención.
Reseñar que las sesiones del Club estuvieron repletas de comentarios en contra y a favor de sus personajes, defendiendo y atacando a unos y otros, incluso enamorándose de alguno (aquí va una sonrisilla) terminando con un aplauso general, con la salvedad de las que no pudieron o no quisieron, vaya usted a saber, llegar al final.
Y ahora la consabida ficha, sin ninguna pretensión.
TITULO DEL LIBRO: CUMBRES
BORRASCOSAS
AUTOR: EMILY BRONTË (INGLATERRA 1818-1848)
ARGUMENTO: Un hombre se retira del mundanal ruido que produce la sociedad y
quiere descansar en un lugar apartado, la Granja de los Tordos. La curiosidad y
la extrañeza de Mr. Lockwood, junto
con la inestimable ayuda de la buena señora
Dean, serán los encargados de narrar esta truculenta historia. Una narración que
nos arrastrará a Cumbres Borrascosas y viviremos un compendio de maldades,
horrores, miedos, venganzas, terror y violencia, todo ello aderezado de algún
que otro atisbo de humanidad, amor, cariño, comprensión y lealtad a la familia.
Sagas que se suceden al ritmo de la aniquilación de sus miembros y un final que
da aplomo y brillantez a la obra. Todo esto gracias a Heathcliff, Catherine,
Earnshaw, Linton y por supuesto el páramo, entre otros.
VALORACIÓN: Si puedes aguantar hasta la última página, y es conveniente que
lo hagas, habrás “disfrutado” de una maravillosa obra de le literatura
universal. Pero quien no aguante tanta maldad y se le haga un nudo en el
estómago y no pueda con la narración (que haberlos, haylos), se perderá lo
estupendo de su conjunto. Hay que decir, que si bien la novela se lee bien,
fácil y dinámica, en momentos dan ganas de destrozarla, pero pasados esos instantes
de flaqueza, hay que reconocer que sin lugar a duda quedarán en nuestra memoria
literaria como una obra cumbre del siglo XIX. Se le califica como RESERVA.
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