Dimes y diretes sobre las fiestas y las figuritas del belén nos dieron con el tiempo en las narices y la hora se pasó más que volando.
Como siempre la experiencia fue sorprendente, enriquecedora y muy, muy entrañable. Con razón tienen por nombre aquí cabemos todos. Y muy a gusto, por cierto.
Pero lo especial de esta reunión lo tuvimos antes de empezar la tertulia. Nos regalaron un felicitación de Navidad.
Y con esa felicitación no se me ha ocurrido otra casa que publicarla en esta entrada para así con ella y gracias a nuestros amigos de ASPRODEMA NÁJERA, extender sus deseos a todo el mundo. Sin más.
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