Roald Dahl no defrauda. Es una apuesta segura y un huracán de humor que siempre viene bien para contrastar con otras novelas, digamos, más espesas.
De este libro recuerdo que lo quisimos comparar con El Gran Cambiazo y ese fue nuestro error, dado que para el Club, éste marcó un antes y un después en la literatura del humor, y por ello el Tío Oswald no caló lo suficiente.
De cualquier forma esta novela, la otra y todas las que llevan la firma de Dahl, infantil, juvenil o adulto, es maravillosa y digna de ser leía y releída para gozo y disfrute del lector.
Antes de plasmar aquí su ficha de lectura quiero colocar un fragmento de un artículo firmado por Sergio Sauce sobre esta novela.
Lo dicho, mi ficha de lectura:Los niños no fueron su primer objetivo. El primer intento de Dahl en la literatura fue narrar sus memorias bélicas. Animado por el éxito que sus historias cosechaban entre sus hijos se atrevió con la literatura infantil. Pero poco Dahl sería si sólo se tuviesen en cuenta sus aportaciones a la ensoñación pueril. 'Mi tío Oswald' tiene mucha culpa de que la otra cara del escritor británico salga a relucir.El tío Oswald es un personaje que poco o nada tiene que ver con el bucólico Tom de la cabaña excepto en el parentesco. Guarda esperma como reliquias, conserva y colecciona afrodisiacos de todo los tipos y le da al erotismo con ganas. Este personaje, que sale de la misma chistera que el James que a punto está de morir aplastado por un melocotón gigante, no va dirigido al público infantil. Es sólo un ejemplo, Dahl también es autor de 'Relatos de lo inesperado' que inspiraron a Hitchcock para su famosa serie de televisión 'Alfred Hitchcock presenta'.
TITULO
DEL LIBRO: MI TIO OSWALD
AUTOR:
ROAL DAHL (GRAN BRETAÑA, 1.916-1.990)
ARGUMENTO: La vida y obra de Oswald Hendriyks
Cornelius, Oswald para los amigos, contada a través de la
publicación de su diario, por su sobrino. En esta obra, ya dejada
ver en el libro “El Gran Cambiazo”, Oswald, un multimillonario
excéntrico, conquistador, vividor y sobre todo “fornicador”, nos
cuenta sus inicios en el arte de super millonario. Decidiendo ya
desde los 17 años que su vida tendría que ser de un lujo tal que si
no fuese por una gran fortuna no podría vigilar, así que decide
implicarse en la empresa de hacer unas pastillas con un polvo
afrodisíaco de un escarabajo sudanés y venderlas a la alta sociedad
mundial. También intenta hacerse con un banco de semen de los
grandes genios del siglo XIX y XX, cosa que consigue pero no le sale
del todo bien ya que si él quería estafar a sus compinches en la
obtención del preciado producto, fueron éstos los que finalmente le
estafaron. Pero todo está bajo control, su fortuna es inmensa y cada
vez crece y crece. El tío Oswald pude estar tranquilo. Entre tanto,
la compinche de Oswald, Yasmín, se dedica a “extraer” el
preciado líquido de los hombres más famosos del momento, y el
protagonista se lo pasa pipa con el plan, con un pero, que es una
pequeña aventurilla al fina del libro, en la que no sale muy bien
parado, pero sobrevivirá.
VALORACIÓN: Nuevamente Roald Dahl deja expuesto
su punto de humor y erotismo tan particular. El libro de pocas
páginas, 196, se lee perfectamente. Se hace un poco pesado y lento,
para lo que se esperaba, hasta la mitad, desde ahí hasta su final
más Roaldiano, sale todo el jugo y esplendor del autor. Se clasifica
como CRIANZA, por la mitad del libro que baja un poco.
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