Muchas gracias y a seguir así.
ELEGÍA PHILIP ROTH
Descendiente
de inmigrantes
Creyentes de
un dios judío,
Llevaba
piedras preciosas
Ocultas en
los bolsillos.
El féretro
en un rincón
Del ruidoso
cementerio,
Rodeado de
los suyos
A la tierra
será devuelto.
Las caras
están serias,
El está en
la mente de todos,
Mientras
viva en sus recuerdos
No se
marchará del todo.
La intensa
vida del difunto
Desfila por
sus cabezas:
-Mucho
fallo, y poco acierto-
En silencio
se lamentan.
Su
matrimonio con Cecilia
Dramático
fue y turbulento,
Cuando la entrepierna
grita
No se
escucha al intelecto.
Los dos
hijos que nacieron
De ese
primer matrimonio
Han venido a despedirlo
Por sentido
del deber tan solo.
Su ex mujer,
que aún hoy lo recuerda
Cruzando la
bahía a nado,
Su hermano
mayor que siempre
Le ha tendido
su mano.
Nancy, que
heredó de su madre
La tremenda
gentileza,
Incapaz de
mantenerse al margen
De la
necesidad ajena.
Cuando su
padre las infravaloraba
Ella obviaba
sus defectos
Hacía balas
de perdón
Como si
fueran heno.
Había
despojado a sus hijos
De una
infancia coherente,
Y de la
protección de un padre
Por su
afición a las mujeres.
Demasiado
furiosos de niños
Para
entender la situación,
¿es
perdonable su postura
De negarle
aún hoy el perdón?
Nunca
debieron pedirle
Que les
prestara dinero,
Siguió
manteniendo a su madre
E intentando
acercarse a ellos.
No les hablo
de sus males
Ni del
peligro que corría
Para no
inspirarles demasiada
Satisfacción
vengativa.
El hecho de
que abandonara
A su segunda
familia,
Les confirmó
la nefasta
Opinión que
de él tenían.
Aventurero
sexual
Inmaduro e
irresponsable,
Impostor
como marido,
Mala gente y
peor padre.
Minimizaban
cuanto su padre
Tenía de
válido y bueno:
Generosidad,
decencia..
Y agrandaban
sus defectos
Ya no
buscaba el afecto
De sus dos
hijos mayores:
-nunca
hiciste lo correcto-
Eran sus
constantes reproches
Resistir a
sus acusaciones
Requiere un
grado de combatibilidad
que hace
tiempo había desaparecido
De su más
íntimo arsenal.
Cuando
conoce a Phoebe
Recobra su
entusiasmo,
Cuando su
corazón enferma
Ella es
quien está a su lado.
Pierde el
hombre la pasión
Cuando al
matrimonio llega,
La busca por
otros lados
No puede
vivir sin ella.
Contrata
secretarias
Que con el
tiempo terminan
Teniendo los
gastos pagados
Y callos en
las rodillas.
Con una
modelo danesa
Y su
agujerito oculto
Descubre un
goce sin medida
Y ambos se
rinden culto.
Merete
inútil ante el peligro
Tiene líos
con hacienda
Y problemas
muy muy serios
Con el
permiso de residencia.
Es con ella
el erotismo
la única
afinidad
Que le
subyuga y anula
Su capacidad
de razonar.
Está en
París con la danesa
Cuando
Phoebe le llama urgente,
Su madre
está muy enferma
No llegará
al día siguiente.
-Los vuelos
están cancelados,
No he podido
volar antes,
Espero
llegar a tiempo
Para ver
viva a mi madre.
Pierde a la madre
y a la esposa
Dos mujeres
tan perfectas,
Cuya abnegación ha sido
El sostén de
su fortaleza.
Phoebe le
oculta sus pensamientos
Pero no se
engaña a sí misma
-me hieres
con la danesa
Y me
humillas con la mentira-
Aunque haya
violado su confianza
Es posible
sobrellevar
Si se
reconoce el engaño
La situación
con dignidad.
La mentira
es una forma
De control
rastrera y baja
Cuando sobre
otra persona
Buscas tener
ventaja.
También
puede ser un acto
De
amabilidad ante una esposa
Para no
herir sus sentimientos
Y calmar el
llanto que le ahoga.
Decide
desposar a Merete
Para
disimular el delito,
Le pareció
la mejor manera
De
justificarse a sí mismo
Cambia una
esposa servicial
Por otra que
se desmorona
Ante la
mínima presión
En un
charquito se ahoga.
Odiaba a su hermano
Por su salud
indiscutible,
Por su
longevo matrimonio
Y su cuerpo
sin cicatrices.
Jamás había
envidiado
Sus
atléticas proezas,
Su destreza
en lo financiero
Su exagerada riqueza.
En la vejez
había descubierto
El estado
emocional
Que priva al
envidioso
De su
realismo y serenidad.
Jubilación :
Se traslada
el a la costa
Para
aislarse de su hija,
Sensible a
la vulnerabilidad
De un
anciano egoísta.
Se golpea el
corazón
Cual
fanático al orar,
Le puede el
remordimiento
De tanto
error sin enmendar.
Para quien
no da crédito
A la vida
ultraterrena,
No le queda
mas consuelo
Que unos
huesos bajo tierra.
Quien tiene
la certeza
De que dios
es una mentira,
Sabe que no
hay gloria eterna,
Que ésta es
la única vida.
¿Cuánto
tiempo puedes pasar
Mirando el
océano y sus aguas
Aunque eso
sea lo que más
Añores desde
tu infancia?
Las olas que
lo persiguen
Avanzan
segundo a segundo,
Inexorables
como la realidad
Obstinada
del futuro.
Viven los
viejos la vida
A través de
de la de hijos y nietos
Que tremenda
soledad sienten
Cuando los
llevan con ellos
Lo que queda
de la felicidad
Conyugal es
tan importante
Que si no
van con su pareja
Nunca hacen
planes con nadie
Pero hay
quien de vez en cuando
Para cenar
con su esposa anciana
Desempolva
el viejo smoking
Y la magia
inunda la estancia
Impartió
clases de pintura
Porque
esperaba encontrar
Una mujer
por la que algún día
Él se
pudiera interesar.
Cuando su
alumna aventajada
Por unas pastillas lo deja,
Abandona la
pintura…
Otra vuelta
más de tuerca.
Ya no le
satisface el dibujo
Ni la
familia ni amigos,
Pero
coquetear con jovencitas
Le hace
sentirse más vivo.
Ve el
declive de su entorno,
Su amigo, en
un hospital
Para
enfermos mentales
Por quererse
suicidar.
¿Cómo
apartarlo del abismo
Si está
decidido a saltar?
Son inútiles y banales
Las charlas
para levantar
El ánimo de
los que han perdido
El coraje
para pelear…
Su jefe, ha
muerto… y otro amigo
Con un
cáncer terminal
¿Qué decir
en esos trances
Cuando la
negra dama acecha
Si él sabe
que no hay retorno
Que no hay
camino de vuelta?
Nunca se
está preparado
Ni asumimos
conscientemente
Que aquellos
a los que queremos
Nos los
arrebate la muerte.
Se sentía
humillado hasta el punto
Que ni él
mismo se reconocía,
La
disminución de la virilidad
Los golpes
que la vida le infligía
Iban deformando
su cuerpo
Y a menudo
le recordaban
-mas allá
del cruel dolor
Ya no te
queda nada-
Había
perdido la batalla
Por
permanecer invulnerable
Un almacén
es hoy su cuerpo
De
artilugios artificiales
Diseñados
para evitar
Su derrumbe
definitivo
Y retrasar
lo mas posible
El encuentro
con su destino
Su vida fue
un paso constante
Por diversos
hospitales
Hernias y
peritonitis
A punto
están de tumbarle
Consiguió
ganar los pulsos
Que le echó
su corazón
Y hoy...en
la mesa del quirófano
Donde tantas
batallas ganó
Repasa fallos
y aciertos
Que la vida
le brindó,
Hoy nadie le
espera afuera
Porque a
nadie le avisó
-mira atrás,
dijo su padre
Y repara lo
que puedas
Saca el
máximo provecho
Del tiempo
que aún te queda
Se sumió en
la inconsciencia
Y lejos de
saberse abatido
Ni condenado,
sometió
Sus
pensamientos más sombríos
Vejez…batalla
implacable
Cuando estás
más débil que nunca
Y eres menos
capaz de invocar
Tu viejo
espíritu de lucha
*************
Noviembre